Don Juan de Austria (1547-1578) era hijo ilegítimo del Emperador Carlos I de España y V de Alemania, pese a lo cual, éste se ocupó de que su sucesor, Felipe II, le incluyera en la familia real. Así, sus primero años los pasó en Leganés (Madrid), a cargo de un violinista de la corte imperial y su mujer española, a cambio de una pensión anual. En 1554, fue trasladado a Villagarcía de Campos, en Valladolid, para mejorar su educación a cargo de don Luis de Quijada y Magdalena de Ulloa, a los cuales, Don Juan siempre tendría gran cariño.
Tras la muerte de Calos I en 1558, Felipe II se hace cargo de su hermanastro y tras incluirlo en la familia real, ordena que acuda a la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) para completar su educación, junto a su sobrino, el príncipe Carlos, y su otro sobrino, Alejandro Farnesio, hijo de Margarita de Parma, otra hija ilegítima de Carlos I. Los 3 jóvenes (tenían edades muy parecidas), se hacen grandes amigos, y de hecho, con Alejandro Farnesio, combatirá en numerosas batallas.
En 1568, es nombrado Capitán General de la Mar y Comandante de la Flota del Mediterráneo. Ese año llevó a cabo una brillante campaña contra los corsarios berberiscos. Sin embargo, en Madrid mueren el príncipe Carlos y la reina Isabel de Valois, con la que Don Juan tenía una profunda amistad. Don Juan lleva la flota puerto y va a Madrid, sumiéndose en una depresión.

En 1576, fue nombrado Gobernador General de los Países Bajos. Allí, la guerra se enconaba y no se veía la forma de resolverla. Tras la mano dura del Duque de Alba que solo había extendido más la rebelión, llegó la actitud conciliadora de Luis de Requesens. Sin embargo, éste muere y el cargo queda vacante. Don Juan llega a los Países Bajos intención de negociar para llegar a la paz. El 17 de febrero de 1577, firma el Edicto Perpetuo, por el que se logra la paz y su reconocimiento como Gobernador General, a cambio de retirar a loa tercios del territorio.
Sin embargo, en verano, la situación se complicó y en septiembre, Guillermo de Orange, lider rebelde, plantea un ultimatum, pidiendo la retirada de todas las tropas españolas y la entrega de las ciudades. Don Juan gana tiempo mientras llama de nuevo a los tercios, que se encuentran en Milán. Estos acuden al mando de Alejandro Farnesio a través del Camino Español y el 31 de enero de 1578, destrozan al ejército rebelde en la batalla de Glenboux. Sin embargo, la falta de apoyo decidido de la corona y lo complicado de las operaciones, hacen que la campaña se alargue. Don Juan enferma de tifus. Consciente de la gravedad de su estado, nombra como sucesor a Alejandro Farnesio, acto que después aceptará Felipe II, y muere en Namur, el 1 de octubre de 1578.
Don Juan demostró a lo largo de su vida una gran ambición así como unas innatas dotes de mando, así como un gran sentido estratégico y capacidad diplomática. De no haber muerto tan joven, podría haber si do una gran valor para la monarquía.
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